LA POLVORA UN ENEMIGO OCULTO DE LOS SERES SINTIENTES

La pólvora fue creada en China con una finalidad médica y terminó transformando la guerra para siempre, cobrando la vida de muchos seres humanos que, a través de miles de batallas se han enfrentado los unos a los otros, derramando sangre y lágrimas, incluso, en algunas ocasiones, sin entender la causa por la cual batallan… En la actualidad las guerras se mantienen y las vidas se siguen perdiendo.

Nuestra cultura ha adoptado diferentes tradiciones a medida que su economía lo ha permitido.  Una de ellas es la de incluir las alboradas en la temporada navideña. ¡Tirar pólvora! ¡Qué retumbe en los oídos! ¡Qué el humo invada todo el espacio! Son acciones que al parecer tratan de expresar el sentimiento de grandeza de quienes las ejecutan. Quieren decir que se sienten grandes, que tienen con que gastar, que son importantes y evidentemente hacer saber a los demás que se está en temporada de fiesta.

Lastimosamente este apasionado gusto por el fuego, el ruido y las luces que trae la pólvora ha entristecido la navidad de muchas familias. Una época que normalmente es la más linda del año, una época en donde las celebraciones invitan a la unión familiar y desear el bienestar mutuo se ve eclipsada cada año por miles de casos de personas quemadas con pólvora. Tanto manipuladores como espectadores se enfrentan al peligro y se vuelve común encontrar en los hospitales a niños y adultos con quemaduras, cicatrices y hasta amputaciones, ¡Marcas para toda la vida!

Sin embargo, la tragedia que trae la pólvora no termina ahí. Se debe sumar el daño que causa a otros seres igualmente importantes como los animales. Perros, gatos, aves silvestres y domesticas y en general toda la fauna que hábitat nuestro territorio. Estoy segura de que todas las personas que tienen un animal de compañía han vivido momentos de angustia y se han preguntado el por qué sus compañeros de cuatro patas reaccionan de formas tan drásticas al escuchar los estruendos de la pólvora. Muchos animales corren de un lado para otro, aúllan, tiemblan y se esconden. Tristemente sé de casos en que los animales se han perdido, han terminado en accidentes de transito por pasar corriendo las vías y hasta se han tirado de pisos altos, perdiendo la vida.

Esto se debe a que, generalmente los animales tienen sentidos como el de la audición más desarrollados que nosotros. Por ejemplo, los perros soportan niveles de sonido mucho más bajos: Su oído es más agudo y mucho más fino para captar los ruidos. En promedio soportan hasta 85 decibeles y la pólvora llega hasta 190 y 200.

Estas alteraciones suelen ser más comunes en los perros que en los gatos presentando palpitaciones, salivación, temblores, rigidez e insuficiencia respiratoria y en muchos casos náuseas y vómitos. En caballos se ha observado que relinchan y zapatean y, en mi experiencia con animales silvestres bajo cuidado humano, hemos tenido llamas que han perdido sus crías; las jirafas se mueven de un lado para otro al igual que muchos de los felinos.

Loa animales con su audición tan sensible relacionan el sonido de la pólvora y sus fuertes luces con el fuego, así que el instinto los lleva a buscar refugio. Es por eso se desesperan e intentan huir. Muchas aves silvestres terminan abandonando sus nidos ante el peligro que perciben por la pólvora y por esto es muy común en temporada navideña ver polluelos de muchas especies como los búhos perdidos, en los suelos, buscando a sus padres a los que probablemente nunca encontrarán.

Durante la época decembrina es necesario entender que los animales son seres sintientes y que hacen parte de la familia. las personas que compartimos nuestra vida con los animales debemos garantizar su protección. Cuando empiece la pólvora debemos acompañarlos, ponerles música o hacer su actividad favorita. Muchas veces se recomienda el uso de esencias o medicamentos tranquilizantes. Pero esto es algo que siempre debe ser consultado con un veterinario experto, ¡no vaya a ser que se empeore la situación y se comprometa el bienestar animal! También es muy importante prestar atención cuando salen los animales a pasear, ya que los residuos de pólvora en las calles pueden causar intoxicaciones y llevarlos a la muerte.

En muchos países se vienen adoptando los juegos artificiales silenciosos con más color e incluso adicionándole música. Una bonita manera de celebrar juntos sin lastimar al otro. Nuestro deber es seguir haciendo un mundo mejor más amable, respetuoso y seguro para todos. Sé que cada vez más somos muchos los que coincidimos en no querer una navidad llena de celebraciones con pólvora que terminen amargando la vida de un niño, una familia o convirtiéndose en el infierno para un animal.

Gandhi dijo que “la grandeza de una nación y su progreso moral pueden ser juzgados por la forma en que se trata a sus animales”

Sandra Milena Correa Montoya

Administradora ambiental

Magister en biología línea conservación de vida silvestre

sandraeduzoo@yahoo.com

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