Suricatas

La suricata es una de las mangostas más pequeñas; los machos tienen un peso promedio de 731 g y las hembras de 720 g. El cuerpo y miembros de estos animales son largos y esbeltos, con una longitud del cuerpo y la cabeza de entre 25 y 35 cm. La cola es delgada y un poco alargada, a diferencia de la mayoría de las mangostas carece de abundante pelaje.

Las suricatas poseen una excelente visión, que les permite distinguir a la distancia un águila (animal peligroso para ellas) de un buitre (totalmente inofensivo, ya que estos animales se alimentan exclusivamente de carroña –animales muertos en descomposición). Alrededor de los ojos poseen pelos oscuros, como si fuese un antifaz, esto hace que la luz del sol no refleje en sus ojos y puedan mirar hacia el cielo sin que la misma dañe sus ojos.
Poseen un olfato muy desarrollado, su hocico al estar constantemente húmedo le permite una mayor agudeza olfativa, característica indispensable para buscar en el suelo su alimento, a veces invisible. También, les permite identificar a los individuos de su mismo grupo y el territorio, que marcan con olores provenientes de su glándula anal.

Las orejas poseen tres pliegues, que se pueden cerrar protegiendo así el conducto auditivo mientras excavan sus madrigueras. El sentido de la audición no es el más destacado Su promedio de vida es de 13 años y su peso de hasta 1kg.

Son animales gregarios (viven en grupos) y matriarcales (una hembra lidera el grupo). Generalmente viven dos o tres familias juntas formando una colonia de entre 10 y 25 individuos. Cuando la mayor parte del grupo descansa o se alimenta, siempre queda una de ellas ubicada en un lugar elevado, parada sobre sus patas posteriores y utilizando la cola como soporte, vigilando el territorio denominado centinela. Sin embargo, éste no es el único rol que cumplen, así como algunas protegen al grupo, otras se encargan del cuidado de las crías y otras salen en busca del alimento.

Dichas madrigueras constan de túneles que conducen a unas cámaras donde se refugiarán cuando se sienten amenazados o durante la noche o las lluvias. Todas están comunicadas entre sí y pueden tener más de 15 aberturas al exterior.
Dentro de este hábitat vemos un gran termitero, comunes en las sabanas los termiteros pueden alcanzar alturas mayores que las de un hombre de estatura media.

«Aprende en Ukumarí» Todos viven en la misma madriguera, las cuales construyen con sus patas delanteras

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